jueves, 27 de septiembre de 2012

HABLEMOS DE FÚTBOL, DE BOICOT Y DE GUILAD SHALIT

Estos últimos días me toca hablar de fútbol, un tema que, entre nosotros, me apasiona desde niño. Lamentablemente en esta ocasión no todo es agradable pero, aun así, sigue habiendo cierto encanto en el hecho de que parte de las relaciones bilaterales entre España e Israel pasen por el campo de fútbol, terreno en el que nosotros tenemos tanto que aprender de la tradición y el nivel que tienen los españoles.

Hará un mes recibimos la maravillosa noticia de que a los dos equipos israelíes que están en la Liga Europea, el Hapoel Tel Aviv y el Ironi Kiryat Shmoná, les había tocado en el sorteo jugar en los mismos grupos que el Atlético de Madrid y el Atletic respectivamente.

Por este motivo me desplacé la semana pasada a Bilbao invitado por el Atletic y el Kiryat Shmoná para asistir a la celebración del encuentro. Fue allí donde conocí a Izi Sharatzki, dueño y presidente del equipo israelí y figura heroica del escenario social y deportivo de Israel.

No es gratuito que me deshaga en elogios hacia Sharatzki. Os explicaré más. Kiryat Shmoná es una pequeña ciudad de 20.000 habitantes del norte del país. Una ciudad cercana a la frontera con el Líbano que hasta hace unos años era conocida por ser el blanco de cientos de cohetes que eran lanzados por distintas organizaciones terroristas desde el Líbano hacia Israel, primero fue Fatah en los 70 y 80 y, luego, Hezbollah y otras organizaciones islamistas en los 90 y durante los últimos años.

Sharatzki es un empresario que decidió adoptar a la propia ciudad de Kiryat Shmoná, no sólo de forma personal y familiar, sino también empresarial. Así que entre otras cosas, compró el equipo de fútbol local, que estaba por entonces en 5ª división, y puso en marcha un plan que ha conseguido que en menos de 10 años el equipo haya ganado el Campeonato de Fútbol israelí la pasada temporada 2011-2012, casi una historia de película.

Es este milagro futbolístico el que llegó a la Catedral de Bilbao pocas horas antes de que el Hapoel Tel Aviv (uno de los equipos con más tradición y títulos en Israel) perdiera en casa frente al Atlético de Madrid. A pesar de las claras diferencias de nivel entre el Kiryat Shmoná y el Atletic y gracias a la suerte y a que el portero Dani Amos tuvo un maravilloso día, el equipo israelí logró empatar con el gran equipo del Atletic, en lo que tal vez sea uno de los resultados más honrosos del fútbol israelí de los últimos años.

Sin embargo, no todo estuvo tan bien ese día. Un pequeño grupo marginal de gente trató de desviar la atención del partido con un mensaje de odio contra Israel, odio que disfrazaban con su supuesto apoyo a la independencia palestina. Por otra parte, no se trataba de más de 50 personas, número realmente insignificante frente a los 35.000 espectadores que acudieron al estadio (por cierto, casi el doble de la población de Kiryat Shmoná).

La escena más impactante del partido para mí se produjo cuando el jugador israelí Adrian Rochet, capitán del equipo Ironí Kiryat Shmoná, fue reemplazado y pasó su brazalete de capitán a su compañero Salah Hasarma, defensa de 38 años y también árabe-israelí. Hasarma, de origen palestino y capitán de un equipo que representa al Estado de Israel en la Liga Europea de Fútbol, miró a los manifestantes y su cara reflejó todo el desprecio que sentía ante la ignorancia y el odio.

Era realmente irónico ver gritar a esos manifestantes mientras el equipo israelí era la muestra de la verdadera convivencia. Además, y a modo de anuncio, diré a los organizadores de estos boicots que Walid Badir, ex jugador de la selección israelí de fútbol y capitán del Hapoel Tel Aviv con cuyo equipo vendrá en noviembre a Madrid, también es de origen palestino.

Y ya que estoy escribiendo sobre fútbol, me resulta imposible dejar de mencionar el caso del vergonzoso boicot a Gilad Shalit debido a su llegada para el súper clásico del 7 de octubre en Barcelona y especialmente el artículo de Cembrero y Besa que al respecto publicó ayer El País.

Hacía mucho tiempo que no veía una noticia con un nivel tan bajo periodísticamente hablando, tan llena de errores, mentiras e incitación. Se trata de un claro ejemplo de cuando un periodista se convierte en vocero de una organización que boicotea sin siquiera contrastar los datos con los que le atiborran. Ahora bien, aunque el caso de Cembrero y de su obsesión anti-israelí ya no me sorprende nada, sí creo que un periódico serio como El País no debería llegar a publicar algo así.

Os recomiendo leer la maravillosa explicación que sobre el mismo ha publicado Masha Gabriel y también creo que este caso merece que El País reciba cartas con comentarios al respecto y el F.C. Barcelona apoyos para que no cedan ante las amenazas de violencia y para que mantengan su iniciativa de invitar a Guilad Shalit al Cam Nou.
 

Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel

lunes, 24 de septiembre de 2012

CONTEXTUALIZANDO SABRA Y CHATILA

La semana pasada algunos medios de comunicación en España recordaban el 30 aniversario de la masacre en los campos de refugiados de Sabra y Chatila. Ciertos artículos intentaban convertir a Israel en el único protagonista de los terribles sucesos que allí tuvieron lugar.

No es nada nuevo el hecho de que Sabra y Chatila se han transformado en un símbolo político tras el cual se esconde una campaña de propaganda muy agresiva de palestinos que en el proceso, por un lado, borran hechos "no relevantes" y, por otro, inventan otros hecho y otras cifras para convertir esta tragedia, terrible ya de por sí, en uno de los hitos del conflicto palestino-israelí, aunque más bien pertenecería a los terribles sucesos de la guerra civil libanesa que a éste.

Para poner este episodio en su contexto y al mismo tiempo ofrecer una mirada diferente a la que suele verse y mucho más personal de lo acontecido en aquellos años en el Líbano, quiero aprovechar este espacio para publicar el artículo de George Chaya "De Romanos y Bárbaros".

Chaya es un periodista y profesor libanés cristiano maronita que vive en Argentina y que representa a los grupos de exiliados libaneses que luchan contra lo que sucedió con su país debido a la influencia de Siria y de Irán. Pero, por encima de todo, George es un amigo mío muy querido y me siento muy honrado en darle este espacio en mi blog.


De Romanos y Bárbaros

La única democracia de los países árabes fue sistemática y progresivamente asesinada desde 1975 ante el silencio y la mirada de Occidente. Europa jamás condenó el “Libanicidio” árabe. No lo hizo cuando el 13 de octubre de 1990, el ejército sirio asesinó 927 cristianos en Beirut y secuestro otros 2073, de ellos 1036 continúan desaparecidos al día de hoy. Como respuesta el mundo miro hacia otro lado. La propaganda fóbica continua selectivamente dedicada a Sabra y Chatila sin mencionar masacres como los campamentos palestinos de Taal Al-Zatar o Borj Al-Barajneh; cuya responsabilidad próxima al ejército sirio y al grupo Amal, no hacen rentables las masacres, incluso si en estas murieron 11000 palestinos, como ocurrió.

Para los que rechazamos la violencia, es imposible soslayar la muerte de refugiados a manos de los milicianos de Elías Hobeika, quien decidió vengar por propia mano el magnicidio del presidente Bachir Gemayel, asesinado en un complot sirio-palestino ejecutado por Habib Chatouni, del Partido Nacional Socialista Sirio (PNSS) el 14 de septiembre de 1982, dos días antes de las matanzas. Sabra y Chatila forman parte de una página más de la tragedia de sangre inocente derramada en la guerra civil libanesa. Esa tragedia incluye otros muchos actos de genocidio perpetrados desde el 3 de septiembre del 75 al 10 de junio de 1989 como: Deir Al-Ayach, Damour, Yieh, Cheka, Huche Baradah, Kab Elías, Aintoun, Jouneh, Khyam, Ka’as, Baalbeck, Batroun, Niha, Doumah, El Chouf y Zahle. Crímenes no mencionados y olvidados por el mundo, tal vez porque no puede culpar a Israel, tal vez porque no existían cadenas como CNN o Al-Yazira o tal vez porque los periódicos españoles no enviaban corresponsales a Beirut en ese tiempo. La selectiva memoria de organismos defensores DD.HH. y medios de prensa, se centra exclusivamente en Sabra y Chatila, los desgraciados hechos de 1982. Pero esta selectividad Occidental afecta a los propios palestinos, pues los defensores de los derechos humanos no hablan de otros crímenes que se repitieron en mayo de 1985, cuando el ejército sirio volvió a entrar en Chatila y asesino más de 600 palestinos en colaboración con la milicia chiíta Amal. Es curioso cómo si no hay un Israel cerca, no hay un sólo defensor de los derechos humanos tampoco.

El aquelarre de sangre de aquellos años marco también otras fechas dolorosas para el pueblo libanés. En septiembre del ‘83, 112 aldeas en Chouf fueron limpiadas étnicamente de cristianos por milicianos palestinos -incluido nuestro pueblo familiar, Dakkoum-. Entre el 25 y 28 de junio de 1978, un comando sirio al mando de Ali Dib, fusiló 243 civiles cristianos de Ka’as y Ra’as-Baalbeck, culpándoles de pertenecer a la resistencia cristiana; previamente, madres, esposas e hijas fueron violadas y sus propiedades incendiadas, ni un defensor de los derechos humanos levanto la voz. En agosto de 1979, tropas sirias y guerrillas palestinas atacaron Nuha, Amioun y Trípoli, causaron 708 muertos, 1620 heridos y 49 secuestrados-desaparecidos. Entre 1979 y 1982, los asesinatos masivos, secuestros, torturas y el exilio de miles de libaneses cristianos dieron a la ocupación sirio-palestina el control casi total del país. La prensa libanesa se debatía entre la censura y los asesinatos de periodistas. El 24 de febrero de 1980, el presidente del sindicato de periodistas libaneses, Salem Laouzi, fue secuestrado por el Mukhabarat sirio; su cadáver, despedazado, apareció días después en el bosque Aramouni, ambas manos estaban desintegradas por ácido, un mensaje mafioso usual a los pocos periodistas libres que quedaban en Líbano, ese sería el final de cualquiera que con su pluma enfrentara la ocupación siria-palestina del país. Sin embargo, durante todos estos años, muchas ONG’s, la izquierda internacional y medios de prensa se han dedicado a la tarea de criminalizar solo a un sector, que sin duda y como todos, participó de aquel Libanicidio absurdo. Pero con operaciones de prensa adicta solo impiden el descanso en paz de casi doscientos mil hombres, mujeres, niños y ancianos asesinados en esa guerra estúpida. Al no narrarse la verdad se continúa con la injusticia.

La patológica parcialidad de sectores ideologizados no hace sino evidenciar su miopía hipócrita al momento de dar importancia a los muertos. Los falsos progresistas, siempre listos y complacientes en el apoyo de regímenes brutales y asesinos se reflejan en su propio espejo, gustan de vivir los beneficios de ser Romano, pero aplauden a los Bárbaros.
George Chaya
 


Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel


viernes, 21 de septiembre de 2012

EL FENÓMENO NINI E ISRAEL


Hay un dicho muy conocido en Israel que dice que hay tres tipos de mentiras: las mentiras comunes, las mentiras malditas y las estadísticas. Me he acordado de él cuando he leído en varios medios de comunicación la noticia que decía que Israel ocupa el segundo lugar entre los países de la OCDE con un mayor porcentaje de "ninis", es decir, jóvenes de entre 15 y 29 años que ni estudian ni trabajan.

Evidentemente el que hizo esta estadística pasó por alto el hecho de que los jóvenes israelíes durante 3 años, precisamente correspondientes a esa franja de edad, están cumpliendo con su servicio militar, lo cual modifica sustancialmente todo el panorama. Para añadir un poco más de luz sobre el asunto cabe mencionar dos importantes datos más: en primer lugar que el 50% de cada promoción anual (p.e. los nacidos en 1981, 1982, etc.) obtienen en Israel estudios universitarios, cifra que se sitúa entre las más altas del mundo occidental. Y, en segundo lugar, y mucho más importante, que la tasa de paro en Israel está alrededor del 6%.

Sin duda alguna el fenómeno "nini" puede llegar a convertirse en alarmante para una sociedad, sin embargo, tal como yo lo veo y con estas aclaraciones, las cifras presentadas para el caso israelí no significan lo mismo que en otros lugares


Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel

viernes, 14 de septiembre de 2012

REQUIEM POR UN COLEGA DIPLOMÁTICO

Estos son días especialmente tristes para el mundo diplomático. El asesinato del Embajador de Estados Unidos en Libia, en un ataque de una multitud incitada por el fanatismo religioso, los ha teñido de negro para la libertad, el diálogo y la concordia entre los pueblos.

Ciertamente, no se trata de la primera ocasión en la que los diplomáticos se convierten en blanco y objetivo de ataques y atentados terroristas. Aquellos que tienen el encargo de mejorar el conocimiento entre los países y de crear el espacio de diálogo necesario para ello son, por esta precisa razón, objetivo y víctimas de los mensajeros del odio.

En este sentido existe una línea de continuidad muy clara que va del ataque a la Embajada de Israel en El Cairo y que conduce al ataque de este miércoles pasado contra el Consulado estadounidense en Bengasi.

No hay ninguna excusa ni justificación posible para este acto de violencia y es inaceptable pensar que una ofensa religiosa pueda convertirse precisamente en eso, en excusa y justificación de un asesinato.

Les hago llegar mis condolencias a los familiares del Embajador y de los tres funcionarios del Consulado de Estados Unidos fallecidos en este ataque. Que su muerte sea una señal para los líderes del mundo y que nos conduzca a un clima de diálogo y convivencia entre todos.



Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel

jueves, 6 de septiembre de 2012

YO SOY UN REFUGIADO


En lo que se refiere al conflicto palestino-israelí todos parecen saber de quién se trata cuando se menciona la palabra "refugiado". Y es que en el debate de la opinión pública mundial, en muchos medios de comunicación y en los foros internacionales este término ha sido monopolizado por el lado palestino, hasta tal punto que la misma ONU creó una agencia especial para encargarse, que no para resolver, el problema de los refugiados palestinos, la UNRWA. Se trata de una agencia separada, con un funcionamiento paralelo al de otra agencia de la ONU creada ese mismo año de 1950 y dedicada a la situación de todos los demás refugiados del mundo, es decir, la UNHCR. Para hacernos una idea, el panorama aquel año en que se crearon ambas agencias era que, mientras había entre 600.000 y 700.000 refugiados palestinos, sólo en el continente europeo los refugiados totales existentes ascendían a 20 millones de personas.

Quiero enfatizar que no dudo ni por un momento del sufrimiento de los refugiados palestinos, sin embargo, en esta ocasión no quiero hablar del trato que han recibido y que siguen recibiendo por parte de sus hermanos árabes, ni tampoco de la política de la UNRWA que pretende mantenerles permanentemente en su situación de refugiados. Sólo diré que el tema de los refugiados palestinos constituye un pilar fundamental en la solución del conflicto palestino-israelí, que su resolución ha sido para ambas partes uno de los asuntos principales de los que se han tratado en todas las negociaciones y que lo seguirá siendo hasta que se encuentre una solución y lleguemos finalmente a un acuerdo de paz entre Israel y el pueblo palestino.

En este punto, lo que quiero con estas líneas es romper el mito de que únicamente una de las partes en conflicto ha tenido refugiados y, lo digo en pasado, para destacar la diferente forma en que cada parte afrontó este tema.

Me refiero a los "refugiados olvidados", sí, a los refugiados judíos que vivían en los países árabes antes de 1948.

Simultáneamente al surgimiento del problema de los refugiados palestinos con la creación del Estado de Israel y sus primeros años de existencia, en la misma región de Oriente Medio, por el mismo motivo, es decir, la creación del Estado de Israel y la guerra árabe-israelí, y en la misma proporción, entre 650.000 y 900.000 judíos fueron expulsados de sus hogares viéndose forzados a asumir un destino completamente diferente.

Y es que entre 1948 y 1960 alrededor de un millón de judíos que vivían en los países árabes tuvieron que escapar debido a la amenaza de violencia que sufrían en dichos países y a los ataques y expropiaciones que se empezaban a producir en muchos lugares.

Eran comunidades judías que habían existido durante cientos o miles de años, en países desde Marruecos hasta Siria, Yemen e incluso Irak, que contaba con una comunidad judía cuya historia se remonta a 3.000 años atrás, pasando por Argelia, Túnez, Libia, Egipto o Líbano en el caso de mi propio abuelo paterno.

Pero ¿dónde están estos refugiados?, ¿Qué ha sido de ellos? Muchos emigraron a Israel y otros se establecieron en distintos lugares del mundo, entre ellos en la propia España, donde reiniciaron sus vidas y dejaron de ser refugiados. Aquellos que llegaron a Israel, en un primero momento pasaron por los "campos de refugiados", que recibían el nombre de "Maabarot" en hebreo. Allí permanecieron unos meses o unos años hasta que se trasladaron a las aldeas y las ciudades que el joven estado creaba para ellos. Recibían la ciudadanía israelí y hoy constituyen una parte más de la sociedad del país.

Una de las más famosas demandas de los refugiados palestinos es "el derecho del retorno", que en la opinión pública mundial han logrado transmutar de "demanda" en "derecho", convirtiéndolo en algo básico e ineludible, a pesar de que en ningún otro conflicto del mundo haya sucedido algo igual.

En este punto y si aceptamos y respetamos el hecho de que en este conflicto ha habido dos tipos de refugiados y que deberíamos tratar a ambos grupos según los mismos criterios, debo concluir que…, tal como titula este post, yo mismo soy un refugiado, al ser nieto de un refugiado judío de Líbano, puesto que el criterio palestino empleado es que el estatus de refugiado es hereditario, de modo tal que también yo merecería el derecho de retorno.

Imaginadme yendo al Consulado libanés en Madrid con los documentos de mi abuelo y pidiendo allí este derecho y la ciudadanía para poder volver a la casa de mi familia. ¿Creéis que me los darían?


Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel

Para más información sobre el tema de los refugiados olvidados, os invito a visitar la página de Facebook creada recientemente para dar a conocer esta realidad aquí